¿Impostores?
El síndrome del impostor siempre se describe allí como algo malo y la premisa es: ¡Necesitas cambiar algo urgentemente! ¡Tienes que deshacerte de estas dudas sobre ti mismo! En lo personal, lo veo algo distinto… He llegado al convencimiento, que la dosis hace el veneno. En cantidades moderadas, el síndrome del impostor es más una virtud que un vicio. Me ha sucedido toda mi vida: dudar de uno mismo es bueno…, y no quiero dejar de hacerlo.