La Luz Contiene los Ataques de Brujería
A esta altura del partido de la vida y por lo que he pasado sobre todo los últimos tres años, no dejaré que la brujería de la ira, del miedo, la envidia, el dolor crónico, el estrés, el asco, la ansiedad, el aburrimiento, la terquedad, la hostilidad, la mezquindad, el rencor, la fobia, el menosprecio, la manipulación, la parálisis, la traición, el ahogo…., entre otras, me priven de la luz, que sin duda es una de las mayores energías que mueven nuestros sentimientos, nuestra psique, nuestra espiritualidad, nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestras relaciones con los demás (no sólo humanas).
Los biofotones han sido denominados “la luz de las células”. Yo los consumo regularmente. De hecho, es científicamente demostrado por el biofísico Fritz Popp, que somos luz y estamos hechos de luz. Todos los organismos vivos, incluidas las células, se comunican a través de campos electromagnéticos, emitiendo fotones que son captados por el resto. De esta manera, gracias a la comunicación celular, se activan las órdenes para formar los órganos de los organismos vivos. En conclusión ultra-resumida, la salud es un estado de comunicación perfecta entre los biofotones emitidos por las células y por otra parte, la enfermedad es un estado donde esta comunicación se rompe. Esto, por supuesto también es aplicable a nuestros alimentos. Si estás interesado en profundizar, puedes hacer click AQUI
Numerosas investigaciones realizadas han demostrado que los climas tienen un efecto importante en nuestras emociones. En primavera y en verano tenemos más horas de luz solar, por lo tanto se segrega más vitamina D y serotonina, aumentando así nuestra felicidad y bienestar. Sin embargo, en otoño e invierno muchas personas tienden a sufrir depresión o desanimo estacional, ya que el sol está menos presente. Por ello, la ubicación del país o ciudad y su clima ejercen influencia en el estado de ánimo de la población. ¿No se han percatado, que algunos países en extremo pobres, pero muy soleados todo el año, a pesar de todo ello las personas irradian felicidad, o al menos mayor despreocupación?
Investigaciones recientes, constatan como los colores claros dificultan el sueño y empeoran su calidad debido a la influencia de la melanopsina y la melatonina, mientras que los más oscuros, así como el ambiental, propiciaron un sueño más agradable, sin interrupciones y facilitando el dormirse. También, se observan correlaciones entre las emociones sentidas en los sueños dependiendo de la luz, siendo en las luces claras sentimientos por lo general negativos, destacando la rabia y la ira, mientras que en los colores oscuros predominan sentimientos que evocan calma, nostalgia, tristeza e, inesperadamente, confusión. Además durante el experimento se pudo sentir cómo la luz roja, efectivamente, propicia un despertar más placentero.
Esta última parte, a los escépticos les va a sonar más fantasiosa, pero es física cuántica, que quizás no les dice mucho tampoco. Eso se debe en parte a la velocidad en que vivimos, así como porque nuestro mundo ha estado inmerso en medio de una especie de oscuridad del alma, una oscuridad a la que nos hemos asomado en busca de solución, cuando nuestra respuesta nos está esperando en otra dirección. ¿Cuál es esta dirección? La Luz del Ser. ¿Cómo se puede lograr? A través de procesos de exploración del Ser, que evita muchas de las trampas en las que caemos al hacer nuestro trabajo interior para llegar a una consciencia pura. Una de esas interferencias son las creencias, demostado por el biólogo celular Bruce Lipton. Algunos medios exploratorios son la meditación, el entrenamiento autógeno, técnicas específicas de respiración, pero también la oración religiosa, chamánica o sistémica ancestral, o incluso pintando Mandalas…. Exuisten muchas alternativas, para las diversas creencias y valores. La luz interior es la que debemos conectar con nuestro consciente a través de alguna de esas u otras técnicas o procesos, con el fin de disminuir nuestros conflictos internos, aumento de la confianza en nosotros mismos, reducción de la discordia y crecimiento de la paz interior. Ello debe realizarse con focalización y dedicación, pero sobre todo estar abierto a lograr la convicción y conexión. Así te acercarás a la iluminación.
Claro, algunos pensarán que hay otras “luces” o “iluminaciones” importantes. Sí, seguramente tienen razón. Pero son estas cuatro con las cuales yo me estoy ocupando de mi mismo y con éxito gradual. Te invito a reflexionar, investigar y profundizar. Si tú no te regalas ese tiempo tiempo, nadie más lo hará, al menos con la calidad requerida.
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