Esta reflexión la escribo, ante la pronta publicación de mi nuevo libro:
ARTENEA: La estrategia de una mujer para lograr su trabajo soñado
Una persona anclada solamente en sus raíces y sin capacidad de elevarse, es un ser que se limita a vegetar, a sobrevivir. En mi caso, es el volver a escribir cada vez más artículos, ensayos o libros, así como a vivir aventuras viajeras, las que a veces son únicamente conversaciones o reflexiones. No creo que haya nada rígido o fijador cuando las alas echan raíces, más bien una sensación ligera como una pluma y segura al mismo tiempo. Pero tú también puedes. Dejar que los viejos deseos, o aquellos por descubrir, no se hagan realidad, hunde los sueños imposibles de la vida. Conversa de corazón con la persona que no puedes quitarte de la cabeza, o finalmente empieza a pintar, canta a viva voz esas canciones que te encantan, escribe o realiza fotos artísticas… Pero también, como Artenea, sale a buscar tu trabajo soñado.

Por ello las raíces deben elevarse y volar.
Una persona únicamente movida por las alas de la ensoñación, del deseo, de la ansia de trascender y sin vínculo con la tierra, simplemente es humo que se evapora sin dejar rastro de su paso. Por ello las alas deben arraigar.
¡Tienes que imaginarte esto!
¡Raíces con alas!
Cuando algo firmemente anclado se afloja, es cuando las personas logran llegar a ser leales con ellas mismas, ah…, y además, libres al mismo tiempo. Necesito estar escribiendo en un momento de tranquilidad, lo que puede ser aquí o en la “Quebrada del Ají”, pero a la vez necesito irme una y otra vez a mis salidas solitarias al desierto, al Altiplano, a la Patagonia remota o a esas playas perdidas. Sí, cuando pueda y quiera a la vez; cuando estoy aquí como sobreviviente de tantas oportunidades en que pude irme, y todavía podría morir todos los días, o cuando termine de escribir esta frase, entonces aún mis raíces tienen alas y mis alas tienen raíces.
Raíces con alas para tantas mujeres que hoy trabajan tanto fuera como dentro de su hogar, y sí, poseen varias agendas simultáneas, enfrentan complejidades adicionales cuando realizan un trabajo que no las satisface y motiva, pero lo necesitan para su subsistencia o como aporte a la familia. Ello posee una agravante, cuando necesitan aportar y se encuentran desempleadas, o bien, poseen una discapacidad o capacidades diferentes.
¿Cuántas horas trabajas fuera del hogar cada día, incluyendo tiempos de traslado? ¿Son 4, 9 o 12 horas? ¿Incluso quizás más?
Independiente de la cantidad de horas que sean: tu trabajo ocupa una parte importante de tu vida o pretendes que lo ocupe. En el peor de los casos te encuentras sin empleo o te encuentras muy a disgusto y no sabes cómo re-focalizar tu vida laboral.
Quizás seas una microempresaria y crees que puedes sacar mayor provecho estratégico a tu emprendimiento, o bien, piensas que debes emprender un nuevo tipo de negocio pero no posees la seguridad como enfrentarlo de la mejor manera.
Puede que aún no trabajes y seas una estudiante que se prepara para su inserción laboral, o bien, aún estás terminando el colegio y te encuentras ante la decisión de lo que estudiarás. El que te puedas realizar laboralmente y pasarlo bien en una vida balanceada, seguramente es algo que te inquieta mirando al futuro. ¡Raíces con alas!
Dado que pasas o pasarás tanto tiempo en tu profesión, oficio o emprendimiento: necesitas un trabajo que te calce como anillo al dedo y al mismo tiempo te permita estar a gusto. Finalmente “tiempo de trabajo” también es “tiempo de vida”. ¿No crees que debas sacarle muy buen provecho?
Si llegaste leyendo hasta acá, tu tren ya partió contigo arriba. Llegará tu turno claro y persistente, así como a muchas mujeres, lo que también nos cambiará el mundo a los hombres. Ello generará nuevos mercados curativos y de apoyo para lograr cambiar al macho proveedor estresado e irascible, en un “nuevo” hombre, pero gracias a las mujeres, por el bien de la sociedad y las familias.
Para lograr su trabajo soñado, Artenea muestra un camino cómo alcanzarlo con el menor desgaste posible, echando a volar sus alas sin perder sus raíces.