Búsqueda de salud, encuentro con amigos y lugares que no conocía en Alemania (1ª parte)
Por razones de salud que explico con algún detalle en el artículo El Clavo Oxidado y la Biophotónica, en unos pocos días tomé la decisión de viajar a Alemania, para buscar una solución más persistente a mi problema. Antes había recibido retroalimentación de algunos contactos en Alemania, a quienes dirigirme. Pues bien, en menos de una semana armé una agenda tentativa en Alemania y a fines de marzo del año 2017 me subí al vuelo que me llevaría a Alemania vía Roma.
Como la salud no sólo la encuentras en los medicamentos, tratamientos y terapias, sino también en las emociones y afectos, lo primero que realicé fue visitar a uno de mis extrañados y buenos amigos de la juventud, de hecho, desde el colegio. Ello lo describo en el artículo llamado El Valor de la Amistad.
De ahí me dirigí al Mar del Norte de Alemania, en la región de Frisia Oriental, para encontrarme con Reiner Ranftl del Live Photonic Institut Había arrendado un auto en la ciudad cercana de Wilhemshaven En esta época esta región es muy frecuentada por adultos muy mayores y es considerado un balneario que contribuye a la buena salud. Fui a parar a un buen hotel en un poblado llamado Carolinensiel. Todo bien, inicié el tratamiento y ya cuando escribo esta nota, ya noto claras mejorías.
Al regresar al hotel, la recepcionista me pregunta si me podía reunir con el dueño del hotel. Extrañado le respondí que sí, sin tener la más remota idea de qué se trataba. Cuento corto: estaba parapléjico pero caminando. Mientras conversamos un café me contó, que hace menos de un año atrás había sufrido un infarto cerebral y había quedado en una condición lamentable, sin vista, sin poder moverse postrado en una cama. La medicina tradicional no le dio esperanzas de mejora. Fue ahí donde conoció la biophotónica y comenzó a mejorar poco a poco. Cuando le pregunté las razones para contarme todo ello, me respondió “porque usted es demasiado joven para venir a esta región con todos estos ancianos, salvo que haya venido a ver al Sr. Ranftl. Si así fuese, sólo quiero alentarlo con mi propio ejemplo”. ¡Quedé helado…y confiado!
Hoy tuve un poco de tiempo para recorrer los alrededores ampliados de Carolinensiel, lugar en donde estoy alojado. Está ubicado en la parte alemana de Frisia. No conocía esta zona de Alemania.
Paisajes de campos planos sin cerros, molinos antiguos y eólicos modernos por doquier, así como gigantescos diques son lo predominante. Obvio que tuve que comer pescado.
Y si vienen por estos lados, el Hotel Frisenhus lo recomiendo a ciegas, por la relación de costo-beneficio en equipamiento, ubicación y servicio. El desayuno es tema aparte, le da un chirlo a muchos 5 estrellas (hasta hay crudos nivel de calidad Lili Marlen…!)
Concluida la aplicación fotónica al día siguiente (la última supervisada), a pesar de que hoy el clima estuvo lluvioso, partí a conocer uno de los faros famosos de Frisa, así como recorrer un poco la zona (reconozco que debido a la lluvia, me guardé pronto en el hotel). También probé comida típica, obviamente pescado.
Después de haber estado varios días en el Mar del Norte (para la biophotónica) y posteriormente en Hennef (para ver los equipos de espirovitalización) recibiendo mensajes, los cuales sólo han ido dando señales claras de que las supuestas grandes verdades son un producto de los mentirosos, el fin de semana pude estar algunas horas en Köln con nuestros grandes y queridos amigos Sabine y Norbert von Auw.
Ayer lunes, también tuve una interesante reunión, para realizar una asesoría a una entidad gubernamental alemana, la cual pienso que se va a concretar en el corto plazo.
En este momento, con wifi y gran velocidad en el tren, voy rumbo a München en mi última fase de este concentrado viaje, para realizar nuevo diagnóstico y tratamiento, esta vez desde la perspectiva biomolecular.
Continúa….2ª parte…
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