Alemania y Noruega 2017 – Northkapp
4:30 AM abrí un ojo, antes de que sonara el despertador del celular. Como perdí la práctica de usar despertador y por ende apagarlo antes de que haga su estruendo, obviamente sonó 15 minutos después, cuando ya estábamos casi vestidos y listos para partir a tomar un desayuno escuálido y temporal, para emprender el camino hacia el Nothkapp (Cabo Norte).
La mala noticia: llovía, no muy fuerte pero ello nos quitaría visibilidad. Por otro lado pensé: “si no vas a tener la visibilidad, tendrás un toque del rigor climático”. El Cabo Norte se encuentra en la isla pesquera de Magerøya, todo ello también en la provincia de Finnmark, que ya estamos visitando algunos días. Este es el punto más septentrional de Europa.
A pesar de la lluvia intermitente, en una hora de viaje desde Honningsvåg donde nos subimos a un bus en el puerto a las 5:30 AM (ya estaba bastante claro) junto a otros 15 madrugadores, igual pudimos disfrutar de un bonito paisaje por su naturaleza, ya pudimos ver algunos renos en el camino, y una de los sustentos de los noruegos: los secaderos de bacalao a plena intemperie. Por supuesto nos sacamos las fotos ícono junto a un globo construido en 1978, emplazado en la latitud 71º 10′ 21”., aunque llovía bastante fuerte cuando llegamos allá. Recorrimos el lugar, emplazado en una gran meseta de más de 300 m de altura, vimos un documental corto del lugar, tomamos un desayuno más contundente y ya está, no había mucho más que ver y hacer, menos con el tiempo como estaba.
Durante todo el viaje nos relataron historias de lo estratégica que fue esta zona en la Segunda Guerra Mundial, de los campos con prisioneros rusos y de la destrucción ocasionada por los soldados alemanes que en esa región quemaron casi toda la poca infraestructura y casas existentes. Aprendí, reconozco. De lo que aprendí aún más, fue acerca de los saami, los indígenas blancos en Noruega (en realidad, están en todo el norte escandinavo agarrando incluso algo de Rusia).
Podría relatarles bastante acerca de los saami, pero me limitaré a que este pueblo se estableció en estas tierras mucho antes de que se establecieran las fronteras entre los países. Aunque el pueblo noruego también tiene una historia larga en algunas partes de este territorio, solamente el pueblo saami está reconocido como pueblo originario ante los tratados internacionales. Hoy día, aunque aún existen saamis que trabajan con renos, la mayoría de ellos se dedica a otras actividades tanto en el campo como en la ciudad. Esto es consecuencia de los procesos de urbanización, industrialización, modernización y de cambios generales que ha sufrido la sociedad. Además, el territorio para pastar ha disminuido, provocando que menos gente se involucre en la ganadería de reno. Sin embargo, existe una gran consciencia y un deseo de mantener la identidad saami a través de estudios de idioma, creación de artesanías y la preservación de otros conocimientos tradicionales.
De hecho, una vez que dejamos el Cabo Norte e iniciamos nuestro recorrido de casi 4 horas hasta llegar a Hammerfest, la ciudad más septentrional del mundo, donde volveríamos a embarcarnos, recorrimos extensas zonas que a lo largo de la historia de los últimos 1.200 a 1.300 años fueron habitadas por el pueblo saami y los vikingos; mucho tiempo después por aquellos que hoy llamamos noruegos. Para abandonar la isla de Magerøya, pasaríamos por un túnel subacuático de casi 7 km de largo y hasta 212 m bajo el nivel del mar, para cruzar a tierra firme. En ese recorrer, el clima fue mejorando un poco y el sol se dejó ver a ratos. Aparte de lindos paisajes, vimos muchos renos en el camino y en verdad, al final, se compuso el día que había partido muy húmedo y gris. Ahora ya vamos navegando nuevamente entre maravillosos fiordos, enfilándolos poco a poco hacia el sur, con un cielo donde el azul parece intentar ser dominante.
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