Cuba 2017 – Hacia el Occidente Cubano (2ª parte)
Después de un desayuno casero en una mesa contigua a la cocina en casa de Aquilina, partimos a conocer el así llamado Mural de la Prehistoria, intervención artística de unos 160 m de longitud en el contiguo Valle de Dos Hermanas. Este mural fue pintado sobre una inmensa conformación rocosa del mogote llamado Pita y muestra la evolución de la vida en sentido natural en Cuba. Pintado completamente con pinceles, tomó cerca de 5 años realizarlo.
Continuamos unos 15 km y llegamos a “La Reina de las Espeluncas”, la Gran Caverna de Santo Tomás, de la cual dicen es la segunda más grande de América. Posee 45 km de longitud en siete niveles, no todos accesibles para turistas mortales como nosotros. Tras mi negativa inicial de realizar una visita grupal guiada de unas dos horas, ello debido al costo que encontré y aún encuentro elevado, finalmente me convencieron y partimos. Entre asma, el exceso de peso y mi prótesis de cadera, sumado a que la escalada era bastante empinada y embarrada, llegué al acceso de la cueva empapado, como si hubiese corrido media maratón. ¡Tremenda cueva…, y no es broma! Aparte del guía iba una pareja joven de italianos, treintones, así como otra de alemanes cincuentones. Curiosamente los italianos eran autistas, mientras los alemanes, sobre todo ella, bien dicharacheros…
Realmente impresionante la caverna, bien conservada, sin papeles en el piso o rocas rayadas con “I Love you” o similares. Estalactitas y estalagmitas por doquier, milenarias. Los que no eran milenarios eran los murciélagos. Aparte de eso no pudimos observar otras especies, aunque nos habían amenazado con serpientes y alacranes. Sólo en el nivel superior que posee un contacto mas abierto y amplio con el exterior, pudimos observar algunos nidos de golondrinas entremezclados con murciélagos. Ya tipo tres de la tarde y cuando recorríamos los alrededores en auto, nos agarró un temporal de lluvia de esos que no te permiten seguir. Poca visibilidad, las calles anegadas y los conductores pelotudos. Nos tuvimos que ir a fondear…, primero en el pobladso de Viñales, en su calle princopal que es bastante bonita. Posteriormente y a la cena, un rico pescado preparado por Aquilina.
Tras una noche bien dormida por mi parte, pero de cacería de mosquitos para Christi, nos despedimos afectuosamente de nuestra anfitriona y partimos rumbo al famoso centro de buceo María La Gorda, a unos 150 km al occidente de Viñales, no autopista, sino camino rural. Ufff, casi 4 horas sorteando hoyos permanentemente, no unos pocos, muchos, en verdad m u c h o s. A eso se sumaban diversos medios de transporte en el camino, como bicicletas, bicimotos, motonetas, “mosquitos”, caballos, muchas carretas tiradas por bueyes o caballos, camiones, camionetas, cacharros del “año de ñauca” (también conocidos en Chile en lenguaje snob como “Oldtimers”) y uno que otro bus. Súmenle peatones, vacas, perros (menos que en Chile), caballos, cabras.
Sí…, fueron cuatro horas de manejo con hiperconcentración. Pero llegamos a esta muy bonita península llamada Guanahacabibes – fácil de recordar – en el extremo occidental de la isla. El lugar de María la Gorda, se dice que fue nombrado así por una venezolana, la cual fue raptada por corsarios o bucaneros, quienes la dejaron abandonada en esta parte de la península, donde – también cuentan – sobrevivió viviendo sola por años. Nuestro hotel tres estrellas bastante bien, salvo el exceso de perros y gatos que te acechan durante las comidas. Es una zona de reserva de la biosfera marina. Lamentablemente la “religión médica tradicional” aún no me lo permite bucear, aunque con mis tratamientos de photónica hoy cumplo 4 semanas sin ahogos, sin tos, sin inhaladores (pero me insolé el día de hoy…, cuec). En esta parte Cuba posee la segunda mayor extensión de corales conocida en la tierra; ya veremos si al menos Christi se anima a bucear.
Seguimos con un acceso a Internet complicado y caro, como a Luca la hora…¿suave ah? Eso que no es un país capitalista… En los jardines del hotel, me percaté de un cartel que indicaba el lugar donde tenía su centro de operaciones la ama de llaves, pero la traducción me había dejado un tanto sorprendido: “owner of keys” (ver foto) ¿Muy literal, o no? Para mí “housekeeping” era lo normal….¿O me equivoco, amigos “güenos pal inglish”?

Aquí nos quedaremos en onda no-recorrer por casi tres días, de ahí deshacer en parte el camino para viajar unos 600 km hasta Cienfuegos, claro, con una escala técnica de una noche en el poblado de Soroa. Desde ahí a Cienfuegos, probablemente será casi un día de manejo…Por allá nos quedaremos visitando además Trinidad y Santa Clara. Si hay acceso a Internet relativamente aceptable, quizás haga un nuevo reporte desde Cienfuegos…
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