Tikal y Antigua 2016 – Tikal
En maya, el nombre “Tikal” significa “Lugar de las Voces” o “Lugar de las Lenguas”, y fue acuñado por Sylvanus Morley, arqueólogo, epígrafo y estudioso de la cultura maya, a comienzos del siglo XX. Su verdadero nombre de acuerdo a los textos jeroglíficos es Mutul o Yax Mutul.
Me pareció escuchar voces …, pero no piensen que estoy listo para la casa orate. Sin tenerlo planificado o pensado siquiera, “escalé” la Acrópolis Norte (el plan original era reservarme para Templo IV). “Algo” más que la curiosidad me llamó a subir la Acrópolis. Pero quizás no fueron voces, sino tan sólo un impulso asociado a una negociación intensa con mi inconsciente, preconsciente y consciente 🙂
A las 7:00 AM pasa por nosotros al hotel José, nuestro guía. Debo decir que “cachaba” bastante y su orientación e información valió la pena de todas maneras. El cielo se mostraba amenazante de lluvia, raro para esas horas de la mañana. Al final no llovió y esas horas iniciales con menos sol, fueron un alivio para lo que tendríamos que “escalar” después. Las etapas históricas más importantes de los sitios mayas convergen en Tikal, reino restaurado por Ah Cacau o Garra de Jaguar. Y créanme que se nota y se siente, que aquí se desarrolló un “epicentro” cultural, de la ciencia y de la sabiduría. Nosotros que ya habíamos recorrido Uxmal y Teotihuacán, teníamos pendiente este complejo Maya, sin duda el más grande y espectacular, así como sede de la pirámide más alta: el Templo IV de la Serpiente Bicéfala con 65 metros de altura, desde donde pudimos apreciar la inmensidad de la selva que circunda Tikal, así como las crestas de los demás templos que sobresalen tímidamente entre las copas de los árboles. De alguna manera, no sólo se respira una sobredosis de oxígeno gracias al pulmón verde que te abruma, sino también se respira historia, con construcciones mayas que datan desde 600 años a.d.C. En realidad, es un destino imperdible, no sólo por lo que significaron y aún significan los Mayas, sino también el entorno “brutamente pacificador” y sorprendente.
En ese andar de una pirámide y templo a otro, hubo varias largas caminatas a través de la selva, donde recibimos variada compañía, en especial de tucanes que no pudimos fotografiar, monos araña, así como otros especímenes de variado tipo. Un concierto ensordecedor de cigarras, también fue un inesperado encuentro.
Tikal, un destino para repetirlo.
La última escala antes de regresar a Ciudad de Guatemala y de ahí a Chile, será visitando Yaxha y a la isla Toposhte. A ver qué sorpresas nos depara.
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