Tikal y Antigua 2016 – Antigua (1ª parte)
¡Menos mal a Christi se le ocurrió traer una crema de esas que se usan para la irritación del trasero de los niños pequeños! La pregunta del millón…..: ¿por qué se le ocurrió? ¡Mejor no pregunto! La irritación que tengo en la entrepierna es brutal, supongo que de tanto caminar….y exceso de peso también, digo, antes que alguien me lo advierta con delicadeza… No digo yo, en algún momento se inicia esa curva, donde volvemos a parecernos a etapas ya vividas entre la niñez y la adolescencia, síntomas parecidos, pero perspectivas y futuro distintos. Y….además, la quemada con el sol también causa algo de dolor, esa nubosidad parcial engañosa, sin lluvia pero calor y alta humedad. El primer día de recorrido fue intenso, desde las 8.30 AM y regresando al hotel un poco antes de que obscureciera. Pero valió la pena, totalmente.
Fue un día sin anécdotas extremas, menos mal. Pero este primer barrido por la vilipendiada ex-capital de Guatemala estuvo marcada por la belleza, las personas muy especiales, la limpieza del lugar, los colores, la exuberancia de la vegetación, los colores, la variedad de aromas y olores, los rincones, los espacios variados, las veredas angostas y las calles de adoquines irregulares. Se puede ver muy claramente que esta cuidad ha sido totalmente destruida por terremotos, las ruinas, las etapas de reconstrucción y renacimiento, muchos de sus habitantes impregnados por la historia. Ah….y mucho turista, pero más latino que anglo. Las fotos, en su gran mayoría nuevamente de mi modesto celular, hablarán por sí mismas.
Diré algo que nunca pensé que llegaría a decirlo y apreciarlo: ¡he visto aquí los tejidos y bordados autóctonos más espectaculares que he visto en mi vida!
Buen primer día, a pesar de los daños menores. Pulmones anduvieron aceptablemente bien, lo que no deja de ser importante. Veremos que nos depara Antigua para mañana…
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