Carmen Cruz Fabres, Chile – Profesora y Empresaria
Me presento como profesora, esposa, mamá y a estas alturas, abuela de 6 nietos. Tengo 75 años y soy feliz de haber trabajado una vida entera al servicio de la educación. Primero como profesora de Historia, luego Orientadora, después Directora de Colegios y finalmente Consultora en Educación.
Mientras trabajaba, volví a estudiar varias veces a la Universidad, en Chile como en el extranjero: obtuve un Diplomado en Comunicación Social; estudié Orientación Educacional, realicé dos Magister en Educación, fui docente de aula escolar y universitaria, alternando trabajo, formación y actualización permanentemente.
Mi bichito interior, cada cierto tiempo me hacía pararme arriba de un taburete y mirar desde otra dimensión al mundo y a veces cambiar de dirección o re inventarme. Así cambié de trabajos, de colegios, municipios, instituciones públicas y privadas, ocupando jefaturas y cargos en los que se podía innovar o al menos me generé ese espacio para hacerlo.
Fui ganando experiencia, conociendo y dándome a conocer en el mundo de la educación. Siempre estuve atenta a nuevas posibilidades como educadora. Cada peldaño fue significativo y me dejó un aprendizaje. En cada peldaño espero haber dejado mi pequeña huella.
No fue fácil conjugar trabajo, familia y otros roles que como mujer quería desarrollar. Me encantaba ser mamá (fueron 5 hijos), ocuparme de ellos y de la casa. Disfrutaba haciendo clases, especialmente cuando veía un brillo en los ojos de los alumnos mostrando interés por la materia que les enseñaba. Pero también quería “ser y hacer más” volver a estudiar, aprender, actualizarme. Tener otras experiencias laborales y vitales en el mundo que me desenvolvía.
Javier, mi marido, siempre me colaboró y eso facilitó las muchas inquietudes que pude desarrollar. Nos conocimos estudiando en Lovaina (Bélgica), vivimos en Valdivia, viajamos a Australia a realizar ambos, estudios de post grado, con escuálidas becas y con tres maravillosas hijas. Fueron años de pobreza, pero muy felices y de grandes logros, familiares, personales e intelectuales.
A nuestro retorno, volvimos al campo laboral, Javier a la universidad y yo al mundo de los colegios. Pasaron más de 45 años. De Valdivia nos trasladamos a Talca para terminar nuestros últimos años en Santiago. Siempre trabajando ambos en Educación.
¿Logros?
Muchos: En primer lugar, nuestra familia, ya de 19 miembros. Haber sorteado las muchísimas dificultades de la vida matrimonial y tener aún ganas de continuar nuestro Proyecto de vida y familia, cumpliendo éste año 50 años de casados.
En lo laboral, tuve varios logros adicionales:
- Apreciar que muchos alumnos continuaron profundizando en sus profesiones, temas, cuyo interés despertó en mis clases. El reconocimiento de ellos cuando nos hemos encontrado, ha sido un regalo maravilloso.
- Cuando trabajé en una Municipalidad, tuvimos que crear actividades durante un verano, pues lo planeado en educación, se postergó por varios meses. Así, con un equipo, creamos un Concurso de Pintura sobre “Valdivia y su Río” realizando sus bases, premios, infraestructura etc: Hoy éste concurso va en su Versión XXXVIII (trigésimo octava), sin interrupciones, habiéndose desarrollado todo un mundo pictórico y cultural en torno al concurso y una creado una Pinacoteca local, que luce más de 150 cuadros ganadores de las 37 versiones.
- En Fundación Chile me tocó desarrollar la “Evaluación Externa” a partir de un modelo de Gestión para Colegios que aspiraban a un Sello de Calidad, que reflejara cumplían con los estándares de calidad del modelo. Para esto, hubo que preparar varias generaciones de evaluadores externos y crear un programa de formación en terreno de especialistas, que perduró más de 10 años. Sentí siempre el reconocimiento en su formación de los evaluadores. Actualmente esos conocimientos se traspasaron a la Agencia de Calidad.
- Crear junto a dos socios, la Empresa Opción Laboral Docente, (Head Hunters en Educación), que se encarga de buscar, evaluar y proponer Directores y Directivos para establecimientos escolares del país. Llevamos 7 años de actividad y a muchísimos directivos colocados.
- Crear la Red de Ciudadanía Digital. A raíz de un Proyecto de UNESCO y MINEDUC (2016-2018) licitado por nuestra empresa, debimos generar una RED de especialistas en el tema, que tuvo alta convocatoria. El Proyecto terminó y la RED se traspasó a un Directorio de representantes de los mejores centros del mundo digital continuando con vida propia y referente nacional en el tema.
- Ser Directora Ejecutiva durante los últimos 10 años de la Consultora Visión Consultores-Eduvisión y haber realizados trabajos de apoyo y consultoría a muchísimos colegios a lo largo del país en temáticas de educación.
- Haber ganado varios concursos para cargos a los que postulé y me permitieron desarrollarme laboralmente y como persona
¿Qué ha sido siempre importante para mí?
- Generar siempre una buena calidad de vínculos con las personas. Esto válido en la familia, en los círculos sociales y en los laborales.
- Trasmitir FE y Pasión por lo que creo y lo que sé. Entregarme a concho en lo que hago con esos dos motores.
- Terminar lo que inicio con un buen cierre. Aunque a veces se hace largo el proceso, siempre busco acabar bien un ciclo, una relación o un trabajo en lo laboral y en lo humano.
- Tratar de vivir de acuerdo a los valores que sostengo, buscando la coherencia interior.
¿Cómo logré descubrir mis fortalezas y talentos?
No lo sé, no hice una búsqueda especial. Fue más bien una toma paulatina de conciencia que había experiencias que me resultaban bien y eran gratificantes, tales como comunicarme, lograr sintonía con la mente de otra persona, escribir y redactar pensamientos, experiencias, informes.
Después de muchos años laborales, me di cuenta que tenía habilidades para realizar inferencias, sacar conclusiones y entregar recomendaciones. Todo esto a través de exigencias laborales que significaron fuertes desafíos que no los eludí, aunque a veces me sentí agotada, pero con el cerebro un poco más expandido.
El trabajo y después con la computación incorporada, me obligó a ser ordenada con la información, pues el manejo de ésta, es la base del trabajo profesional. Esto me llevó a desarrollar estructuras mentales más lógicas, ordenadas y jerarquizadas para tener acceso fácil a la información y poder generar nuevos conocimientos.
Percibo que la base de éstos logros, fue el gozo de hacer bien lo que debía y disfrutar de la alegría del buen trabajo terminado. Poco a poco fui descubriendo que la felicidad estaba en el camino, en el proceso, más que en los resultados.
A veces llegar a la meta provoca un vacío y la necesidad de empezar a caminar de nuevo.
Pienso que un curso de estrategia profesional a mujeres podría ayudar enormemente para acortar las brechas y evitar los miles de ensayos y errores entre lo que uno debe o puede hacer y cómo realmente lo hace.
Cuando se sale a trabajar, se tiene una intuición, pero finalmente nadie te enseña a hacerlo.
Entre lo que te piden y lo que uno entrega, a veces hay grandes brechas. Esta provienen del escuchar lo que te dicen o quieren decir, e interpretar correctamente las palabras con todos sus matices y transformarlo en lo que uno debe hacer.
Un curso puede enseñar a lidiar con la concentración, a focalizarse, dejando de lado los miles de estímulos y exigencias externas que nos dan nuestros diversos roles femeninos y así poder terminar el trabajo a tiempo.
Se puede aprender a no “procastinar” bajo pretexto de las muchas cosas que debemos hacer y poder organizarse bien para sacar nuestro trabajo en las condiciones que nos toca y cumplir con los plazos requeridos.
Aprender a administrar y distinguir lo importante de lo urgente, aprender a escribir y redactar con soltura y precisión, reforzar las habilidades blandas, en fin, muchos son los temas en los que se podría avanzar con un buen curso para poder tener en nuestro trabajo menos tropiezas y más efectividad.