¡Chao Ceske Krumlov, fue un placer!
Hoy lunes llovía fuerte cuando desperté cerca de las 7 AM, por lo cual decidí no activarme, dejar dormir hasta más tarde a Christi y así, recién 9:30 estábamos desayunando para luego encaminarnos al museo y la torre del Castillo de Ceske Krumlov. Por suerte la lluvia tendía a amainar. El museo, pequeño y para lo que ya habíamos visto dentro del castillo parecía pobre. Lo recorrimos relativamente rápido.
A la torre se sube por su interior, escalando estrechas y en parte obscuras y empinadas escaleras de piedra, pasando por el campanario y algunas salas de guardia. El mirador, también estrecho, permite una vista 360º de la ciudad y más allá incluso. Dicen que cuando está despejado, se ve hasta Los Alpes… Nosotros sólo imaginamos esa parte…
Volvimos a la ciudad y la recorrimos hasta llegar a la plaza del mercado. En el andar, aunque ya habíamos pasado por ahí muchas veces, se ven nuevos objetos o rincones sorprendentes.

En el sector de plaza se encuentra el Museo de la Tortura Medieval. Herejes, brujas y endemoniados eran las víctimas habituales de todos los instrumentos y métodos que se exhiben aquí, aunque también lo fueron muchos rivales políticos, espías y chivos expiatorios. En una atmósfera pesada y oscura, como debe ser, éste nos muestra una buena variedad de escenas, muchas de ellas con ambientación sonora (ver ejemplo en el vídeo más abajo), así como toda la maldad y crueldad que puede llegar a desarrollar creativamente el ser humano.
Cuando salimos, la lluvia casi había parado y decidimos partir a lo que había quedado pendiente el día anterior: el Castillo de Hluboká nad Vltavou. Se encuentra al lado de la ciudad Ceske Budejovice, que está a poco más de media hora en auto de Ceske Krumlov. El castillo empezó a construirse en estilo gótico en la segunda mitad del siglo XIII, siendo el castillo real de Přemysl Otakar II, aunque fue reconstruido como un palacio renacentista a finales del siglo XVI por Lord de Hradec. En 1661 la familia Schwarzenberg de la que ya les he contado algo, fue la nueva propietaria del castillo. Durante los siglos que estuvo esta adinerada familia a cargo del castillo, hicieron una reconstrucción barroca en el siglo XVIII, y otra más intensa en los años 1840-1871, dándole el actual estilo romántico neogótico al palacio, inspirado en el británico castillo de Windsor. Sólo pudimos conocerlo por afuera, así como sus jardines, los lunes está cerrado para el público. Pero igual valió la pena.
Regresamos a Ceske Krumlov cerca de las 17:30 hrs a almorzar, lo que decidimos sería una contundente “once-comida”. Hoy nos vamos temprano al sobre, ya que mañana madrugamos para viajar a München, donde tendremos una parada técnica y de trámites burocráticos de medio día, para seguir el miércoles en tren a Italia, donde tras algunos transbordos, a última hora del día llegaremos a La Spezia, donde estará nuestro centro de operaciones por casi nueve días.
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