Patagonia 2016 – Basura y Turismo
Ayer leí en Facebook una nota de Jaime Mella Piña, donde escribía muy enojado por la basura que producimos y botamos en playas, caminos, parques, etc., en especial muchos turistas chilenos.
Lamentablemente somos pocos los que andamos con nuestros depósitos para residuos y realizamos un manejo lo más apropiado posible, dentro de la oferta de dónde desechar al viajar. En el tiempo que llevo este verano en la Patagonia, es vergonzoso ver como turistas canadienses, estadounidenses, franceses, suizos, alemanes, australianos, japoneses, argentinos, mexicanos y de tantas otras naciones, pero también los propios magallánicos, no sólo cuidan el entorno, sino recogen la basura que bota nuestro turista chileno que viene “de más al norte”.
En serio, he sentido vergüenza, impotencia, rabia y finalmente una sensación de triste resignación. Ello, considerando que aquí el problema es bastante menor, comparado con otras regiones o polos turísticos. Pero salvo excepciones como Conaf (que logran bastante, con poco) nuestras autoridades políticas municipales, provinciales, regionales, no facilitan las cosas, contribuyendo incluso a la contaminación visual con carteles en lugares equivocados, como en carreteras y calles, frente a paisajes, obras arquitectónicas históricas o árboles centenarios, etc.etc. Es evidente la insuficiencia de basureros apropiados y en los cuales se retire la basura con frecuencia, sin que quede expuesta a perros vagabundos, que son otro problema adicional sanitario, que está en el consciente colectivo y ninguna autoridad realiza algo sensato al respecto. Esto pasa por nosotros, cada círculo familiar y de amistades debiera contagiar en la toma de consciencia y sobre todo en la conducta real. Los cochinos son transversales socioeconómica y culturalmente, por lo cual el tema yo diría que está radicado en una inconsciente comodidad (otras muy consciente…) y flojera cultural.
Existen iniciativas ciudadanas interesantes, pero aún de bajo impacto, como p.ej. la de Científicos de la Basura
Ojalá tuviésemos movimientos ciudadanos también en este sentido….y no sólo aquellos que esconden intenciones partidistas o ideológicas, ello, impulsado por jóvenes de 9 a 99 años de edad. Yo apoyaría.
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