Seguimos esperando nuestro Jeep en Puerto Natales, mientras a los diversos colaboradores de Navimag evidentemente los tienen adoctrinados a seguir «metiendo chivas». Finalmente decidimos partir a la ciudad…
Tras un almuerzo crustáceo obligado…, en la continuación de nuestra espera por el jeep nos sentamos en la calle, en la costanera. Comencé a escribir la nota anterior y a Christi le dio frío, así es que obligados a probar el chocolate patagónico hecho en casa.
Muy recomendable la Dulcería Patagonia Dulce.
