En este contexto, los invito a complementar esta lectura con un video. Es una mujer joven de extraordinaria belleza que representa la personalidad de los mares y las playas. Sale de la profundidad de las aguas a danzar en las playas o sobre las olas, semi-vestida con un traje de algas. Sus brazos y piernas son similares a los de una persona. Cuando realiza su baile mirando hacia alta mar, significa que van a abundar los peces y mariscos. En cambio, si lo hace con el rostro en dirección hacia la playa, indica que los peces y mariscos serán escasos.
Mitos, leyendas e historias como “La Pincoya” aparecen en todas las culturas y en todos los tiempos. Desde investigadores científicos hasta cazadores de tesoros han dedicado tiempo a estudiarlas. Es como cuando se habla de las acciones de salvataje de náufragos por parte de los delfines, que los empujan hasta la orilla para que no se ahoguen. Pero, al igual que los presagios de La Pincoya, los delfines-salvavidas no son tales ya que éstos sólo quieren jugar. Pero lo terrible, es que los salvados son la prueba viviente de que sí son criaturas empáticas con los seres humanos y los salvan del peligro, mientras los que se ahogaron – a pesar de la presencia de delfines – nadie los podrá escuchar.
Los seres humanos tendemos a ver las cosas como las queremos ver y que fortifiquen nuestras creencias. Si los acontecimientos coinciden con nuestras ideas preconcebidas, los Homo Sapiens nos sentimos confirmados, el resto lo desechamos o sesgamos. El efecto: mientras más creemos en mitos, leyendas e historias, pero también en ciertos hechos históricos, verdades de una mirada o de la otra, lo que nos imponen las creencias que hemos adquirido, lo que se dice acerca de ciertas personas, rumores…., etc., tanto menos nos preguntamos cómo son realmente las cosas. Tanto menos sabemos.
He logrado minimizar este sesgo de selección con una postura consecuentemente herética: ¿por qué creo en lo que creo? Intento estar alerta a lo que me irrita, a las contradicciones y también a quienes se salen de los patrones, observando y preguntando, hasta desenmascarar los dogmas que están detrás de los hechos, posturas, verdades, conductas o comportamientos.
¡Voy a perseverar, porque me hace bien!
P.D. Sin embargo, el gran desafío simultáneo está en “lo que puedas hacer o soñar, ponte a hacerlo. La osadía está llena de genialidad, poder y magia” (Goethe), así como las enseñanzas por asociatividad que te pueden dejar algunos mitos, leyendas e historias.
Complementando la lectura anterior, los invito a ver este cortometraje denominado “Origen de la Quinua”, leyenda aymara que cuenta cómo una estrella bendijo al pueblo aymara con el “grano dorado”, luego de conocer a un joven campesino. Cuenta la fantástica historia de cómo la quinua llegó a alimentar a los pueblos andinos gracias a una estrella y un joven campesino.
El video fue dirigido por Jorge Carmona y producido por Celia Barreda. La narración es de Gregorio Ordoña.