Algunas de las diversas razones, por las cuales algunos deportistas buscan un coaching estratégico-mental:

Demasiado nerviosismo antes de los torneos; han perdido la diversión por competir; difíciles condiciones competitivas; los resultados negativos siguen molestando y creando inseguridades durante meses; tratar con desconocidos; miedo a los obstáculos; temor a volver a lesionarse; nuevos impulsos para el entrenamiento; pensamientos negativos; tratar con emociones como la rabia, el disgusto y el miedo; temor de cometer errores o perder; tensión por pequeñas cosas que inquietan demasiado; manejar las altas expectativas de los demás; actuación compulsiva durante la competencia; sobreponerse a la frustración; manejo de estrés competitivo y de carga de entrenamiento; escuchar demasiado a otros, aunque aconsejen erradamente; conflictos y problemas de relaciones humanas al interior del equipo; bloqueos internos; procesar recuerdos emocionales negativos como errores competitivos; manejo de la propia presión por resultados, dificultades para motivarse; entre otros…

A lo largo de mi vida y en especial los últimos casi 30 años, muchos deportistas y entrenadores han llegado a consultarme, pero muchos de ellos venían con esquemas de pensamiento muy arraigados, expectativas y opiniones poco flexibles, lo que se repite de una disciplina deportiva a otra. Para poder modificar elementos esenciales, es necesario que estén abiertos de mente, liberar su espíritu y darle tiempo a los cambios hasta comprobar si le son útiles o no. Un maestro Zen decía: “En la mente del principiante, hay muchas posibilidades; en la del experto hay pocas”. Al comienzo de los cambios, sin duda los deportistas harán nuevas experiencias. Con mentalidad de principiante, no creemos saberlo todo y es por ello que sí existe capacidad de aprendizaje. Después de un tiempo, esas nuevas experiencias ya serán pasado y creemos dominarlas, perdiendo la motivación de perseverar en la innovación, es decir, nuevamente queda menos espacio para lo nuevo. Una vez que el deportista toma consciencia de ello, le es más fácil volver al “espíritu de principiante”. Puede parecer difícil para un deportista competitivamente avanzado, ponerse él mismo una etiqueta de principiante, una y otra vez. Pero sólo con esa disposición de principiante, el trabajo estratégico mental será altamente eficaz.

Objetivos de un Coaching Estratégico-Mental para Deportistas

Todas las medidas necesarias para lograr una influencia positiva en la psique del deportista. Ello pasa por el mejoramiento de sus recursos:

  • Psíquicos, es decir de la motivación y emociones durante la competición deportiva y el entrenamiento.
  • Motrices, es decir aprendizaje motriz sin una ejecución física de los movimientos.
  • El ciclo de este coaching es distinto y comprende las siguientes fases:

Fase de Orientación

Situación presente:

  • Rendimiento
  • Fortalezas y “Cuellos de Botella”
  • Razones de los éxitos obtenidos y su alcance o trascendencia
  • Razones de los fracasos

Principios orientadores o valores (el término que te haga más sentido):

  • Lo que es importante para ti
  • Lo que te motiva
  • Lo que que correcto e incorrecto
  • Lo que es bueno o malo
  • Para lo cual estoy dispuesta/o a invertir tiempo, energía y recursos

Metas:

Aquí será necesario trabajar bastante, para definir dónde quieres llegar y en qué etapas intermedias o de proceso, así como lograr una clara diferenciación entre metas, visión y deseos o sueños.

Fase de Auto-confianza (fortalecer fortalezas)

Una de las maneras más eficaces para crecer en la autoconfianza, es que el deportista fortalezca sus fortalezas. ¿Conoces realmente tus fortalezas? ¿Crees en ellas? ¿Confías en tus habilidades especiales y tus posibilidades de éxito reales? ¿Puedes verte ganando en tu cine mental? ¿Aceptas tus errores? ¿Tu temperamento lo tienes bajo control? ¿Haces lo que quieres?

La autoconfianza es una condición básica para el éxito. Deportistas que realmente creen en sí mismos y en su equipo de trabajo, son quienes pueden mover los límites.

Un problema frecuente, es que muchos deportistas gastan demasiada energía en corregir sus debilidades, errores típicos y sus déficit. En sí, ello frustra y desmotiva. Deben concentrar mucho más energía y tiempo en potenciar sus fortalezas reales, no las imaginarias, para así diferenciarse realmente de los competidores y entrenar con mayor motivación.

Bloqueos mentales y cuellos de botella

Con el puro hecho de tomar consciencia de sus fortalezas y trabajarlas intensivamente, muchos bloqueos mentales y otros cuellos de botellas desaparecen por sí mismos. sin embargo, ello no es suficiente. Es por ello, que a través del coaching además deben potenciarse:

  • El poder de la Visualización. Esta tiene tres funciones principales: optimización de la percepción del movimiento, de la motivación al conectarse con una experiencia de éxito, así como la la psicoregulación (p.ej. para una rápida relajación)
  • La Concentración, es decir la capacidad de orientar toda la atención en algo específico.
  • Emociones: cómo transformarlas en el combustible para las habilidades mentales, así como del manejo de la rabia, frustración, temor y en lo más amplio, del estrés.

Control de éxito

El control de éxito, no sólo se traduce en marcas y resultados competitivos, sino en diversos parámetros intermedios, los cuales serán definidos entre el deportista, entrenador y coach estratégico-mental.