Alemania y Noruega 2017 – Partimos hacia Bergen en modo Vikingo
Después de buenas reuniones de trabajo ayer lunes en Köln, Binca y Norbert nos acompañaron a despedirnos al aeropuerto de Düsseldorf, de donde saldríamos rumbo a Oslo.
Ya era cerca de las 22:30 cuando llegamos al hotel en Oslo, un edificio antiguo en El Centro de la ciudad, casi junto al Teatro Nacional. Lo malo…., el ascensor no funcionaba y tuvimos que acarrear las maletas hasta el cuarto piso 😓 Los pisos eran unas largas y antiguas escaleras con dos descansos entre medio..., eternas… Al menos, quemamos las calorías de la cena del avión…😉
Tras dormir hasta un poco más tarde y bien desayunados, hoy a mediodía nos subimos por 7 horas al tren a Bergen, en donde el miércoles en la noche nos embarcamos por 12 días a recorrer fiordos noruegos. Desgraciadamente nos llovió durante las siete horas del viaje en tren. El que se supone es uno de los trayectos en tren más bonitos que existen, literalmente se fue al agua. Ello no le quitó la hermosura, sino sólo la opacó un tanto. A medida que íbamos caleteando a buena velocidad de un pueblo a otro, iban apareciendo distintos paisajes, temperaturas y la altura osciló entre 0 y 1200 y tantos metros. Pasas del verde de las montañas llenas de pinos nativos al tono “café con leche” de tierras secas y con poca agua, así como pasando por preciosos paisajes con nieves eternas.
Como no falta con quien conversar, entablamos una amena charla con quienes iban al frente nuestro, al otro lado de la mesa: una pareja de unos 70 años de edad, daneses, que hasta el día de hoy se bañan en invierno y verano en el mar gélido, como ayuda para conservar la salud (eso me impresionó). Cuando el tren se disponía a partir, a último momento entra una familia turca de unas 20 personas de todas las edades y desorganizados al por mayor. Hasta que lograron guardar las 20 maletas, pudimos regocijarnos de observar lo que es la antítesis de una buena gestión de manejo de un familión con maletas, maletines, bolsos, entre otros. Obviamente el volumen, el despelote, el eterno movimiento podría haber sido irritante, pero si lo tomas con humor, es como ir a la comedia gratis. Tras media hora lo habían logrado…Daneses y algunos noruegos que iban en nuestro mismo carro, observaban respetuosamente estupefactos (los latinos estamos más curtidos…).
Sin mayores contratiempos, llegamos puntuales a Bergen. Espero que la lluvia vaya amainando para mañana que recorreremos un poco la ciudad, ya que tipo 18:00 hrs ya podemos hacer el “check in” en el barco que nos llevará a los fiordos.
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