Tikal y Antigua 2016 – Antigua (2ª parte)
“San Penaten¨, para quienes conocen esa maravilla de crema. Quienes no, disculpen el inicio de esta breve crónica de hoy.
Esta vez las fotos hablaran mucho por sí solas. Las extensas caminatas por los irregulares adoquines, dejaron huella y para la cadera artificial, a ratos se transformó en una especie de vía crucis, paradójicamente, en especial la larga caminata hasta la Ermita del Santo Calvario.
Hoy, la mayor parte del día estuvo marcada por ruinas. Por largo rato recorrimos el Convento de las Capuchinas, muy extenso, bien cuidado, entretenido. Posteriormente el templo de San Francisco y el Museo de Santo Hermano Pedro. Si no fuese un irreligioso acérrimo y declarado, cualquiera diría que soy muy devoto. En realidad, por muy interesante que sean todos estos lugares eclesiásticos, podría ahorrarme la mitad, pero lo hago por acompañar a Christi. Total…., ella ya me acompaña a mí en las aventuras con más liberación de adrenalina.
Efectivamente, entre ayer y hoy mucha ruina, pero también historia. ¿Cómo se dirá? ¿Tras Antigua estoy más “enruinado”, porque no estoy ni arruinando ni soy más ruin? En fin, así con el lenguaje. Ya aparecerá alguien que me ilumine… 🙂
El almuerzo fue tarde, pero valió la pena, ya que almorzamos en un lugar no turístico, con muchos sabores auténticos y por primera vez, con tortillas hechas con maíz de color negro.
El día terminó como debiera terminar todo día en estos viaje, con un momento de afecto, de cariño, con las personas. Esta vez fue con Marta y su hija Joana, a quienes conocimos ayer, hicimos buenas migas y hoy les compramos varios de sus tejidos. Finalmente nos conversamos un buen chocolate caliente.
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