Introducción a este blog de viajes…
Al viajar me alegro de vivir nuevas experiencias, de ser nutrido de manera diversa en alimentos e ideas, incluso de probar mis límites – físicos y emocionales – en algunas situaciones. Viajar es mi receta definitiva para la felicidad porque me permite experimentar las maravillas naturales, culturales y algunas de aquellas logradas por el ser humano. Cuando estoy de viaje en mi país pero también en el extranjero, frecuentemente debo salir de mi zona de confort, lo que al manejarlo de manera relativamente exitosa, ha contribuido a potenciar la seguridad que siento de mi mismo.
En mi opinión, el viajar y compartir con personas de otras culturas, razas, situaciones económicas y sociales, con otras ideas, es actualmente la mejor escuela de mi vida: he aprendido y quiero aprender mucho más sobre el mundo y, sobre todo, al viajar aprendo sobre mí mismo. Viajar me da la oportunidad de mirar el mundo de una manera completamente diferente, reconocer grandes conexiones y atreverme a echar un vistazo más allá de mis actuales límites de visión.
Yo necesito mis espacios de soledad. Aunque también me divierto viajar acompañado, igual busco darme un respiro, disfrutar de la paz y el silencio por un momento y simplemente estar “allí”, asombrarme en la contemplación, disfrutar los momentos, reflexionar o poner la mente en blanco…, meditar.
Podría seguir enumerando al menos otras veinte buenas razones para viajar. Algunos pueden viajar más que otros y las razones principales no son económicas, sino principalmente de las decisiones cómo vivir la propia vida y una actitud menos temerosa, ganándole a muchos de los miedos que nos inculcaron desde pequeños.
Te deseo experiencias de viaje maravillosas, así como momentos que te emocionen y tengan la magia de dibujarte muchas sonrisas en tus labios. Con mis relatos, espero complementar tus propias experiencias y motivarte a emprender nuevos desafíos viajeros, en solitario o con buena compañía.
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